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sábado, 20 de agosto de 2011

Soy creyente pero 2: miradas

Miradas esperanzadas.

Miradas fanáticas.
Miradas de desprecio.
Miradas lujuriosas
Miradas lascivas.
Miradas de Lolita.
Miradas de odio.
Miradas etílicas.
Miradas agotadas.
Miradas sospechosamente vivaces.
Miradas de burla.
Miradas febriles.
Miradas de hooligan.
Miradas calculadoras.
Miradas indiferentes.
Miradas de seducción.

En suma: miradas de Peregrinos.

Sobre esta tropa invaso-migratoria destaca el uso del uniforme, los tíos vamos como siempre, hechos un asco, las mozas se dividen entres típos: gorda pero que muy gorda que viste con lo que le cabe y grita la primera la consigna de turno como la niña del exorcista y me temo que haria lo mismo con Ricky Martin, el Duque o Brad Pitt, solterona potencial que viste recatadamente y parece ser la única que conserva la calma y el saber estar y la otra. Ni en la playa he visto yo tal cúmulo de minipantalones luciendo muslámenes de tronío. Vamos que más que pantalones son cinturones un poco anchos, pero no demasiado. Teniendo en cuenta que hace unos años el obispado de Sevilla prohibió a las manolas de las procesiones las minifaldas (es que… en fin) y las barbaridades que van soltando algunos prelados sobre ciertos temas ¿no hubiera sido coherente exigir a las “peregrinas” un mínimo de centímetros? Tampoco muchos, sólo los suficientes como para tapar algo, un poquito de sus muslámenes juveniles y lechosos (las que tengo detrás de casa parecen ser del Este de Europa) Por cierto alguna recomendación pastoral sobre el uso de la sangría y el derecho al sueño de los vecinos a partir de cierta hora tampoco hubiera venido mal.
El caso es que en Madrid han vuelto a pasar y cierran calles para sus desfiles triunfales, desinforman al traer polis que ni siquiera saben el nombre de las calles (acaba de ocurrirme con una línea de autobuses que han cortado repentinamente) Entreguismo estatal, por supuesto autonómico como no cabía esperar menos y, también por supuesto, municipal. ¿Al ciudadano? Que nos den.

2 comentarios:

  1. "Muslámenes de tronío", esa expresión te ha quedado muy castiza :-). En uno de estos canales de televisión "afines a la causa" he visto declarar a unos peregrinos que ellos en realidad venían a encontrarse con Cristo. Y esta expresión la he escuchado mucho últimamente, como que viene dictada desde arriba. Parece como si la jerarquía católica viviera instalada en la pantomima, en la hipocresía y en la ocultación permanentes, y en eso se basa su arenga. Yo creo más bien que la mayoría de estos "jóvenes" vienen a pasárselo bomba aprovechando que viene el papa, y punto. (Dijo jóvenes entrecomillado, porque creo que la juventud es un estado de ánimo, independientemente de la edad que se tenga). En la última JMJ, celebrada en Sidney, los prostíbulos se hicieron de oro, y no me cabe duda que algo parecido pasará en Madrid. Al final podría resultar que van a ser las "samaritanas del amor" las que compensen en la economía del país los gastos de dinero público. Quizá sea eso lo que signifique "encontrarse con Cristo", jajaja. Ver para creer. Un abrazo (Me ausentaré dos semanas, hasta pronto).

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  2. Miradas vacías... de ovejas.

    Saludos amigo mío.

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