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lunes, 26 de septiembre de 2016

Julieta o el desierto.


Al final de la entra anterior mencioné la última de Almodóvar sin haberla visto. Normalmente me apasiona este directori y por eso me atreví a hacerlo. El sábado la vi.
Joder.
Digamos que no es que me gustara, me fascinó. Nada que ver con el Pedro conocido y menos aún con Los amantes pasajeros. Contenida, seca, dura, sin concesiones, sin piedad ni para los personajes ni para el espectador. Muy lejos de su habitual mezcla de géneros la película es un doloroso análisis de las repercusiones de las ausencias. La pelìcula es ausencia y como la viven unas soberbias Adriana Ugarte y Enma Suárez hacen como eabría esperar de Enma, de quien ya conocìamos su talento y sorprende en Adriana, unas interpretaciones magistrales desarrollando el mismo personaje en dos etapas de su vida. Son realmente los pilares de esta obra que no tuvo promociòn y ni siquiera se vio el habitual fragmento que nos suele dar Almodóvar antes del estreno. Intenté y logré no leer nada sobre ella, no fue difícil cosa que con las demàs paliculas del autor hubiera sido imposible. Hasta en eso, en la promoción me refiero Pedro ha querido despojar al film. A cuerpo limpio, sin sus toques de humor -aunque uno no puede envitar sonreir en la primera aparición del Rosi de Palma con una caracterización sorprendente- sin sus autoreferencias, con algunos de sus actores fetiche como Dario Grandinetti y Rosi de Palma, sí, pero en papeles menores. Incluso ha renunciado casi por completo al amor que siente por los objetos de diseño y las canciones de fondo musical salvo en los créditos finales en que suena Chavela Vargas. Por mucho que me guste el cine, no soy un experto y bien que lo siento pero diría que ha despojado la historia hasta reducirla al guión del propio Pedro basado en unos relatos de una reciente premio Nobel Alice Munro y en las actrices. Ni sexo,  ni palabras escabrosas ni situaciones absurdas ni frases cargadas de humor. Una historia terrible pero no infrecuente y unas interpretaciones, nada más, eso sí, manejado todo con un increible pulso tenso, incluso la música ambiental no destaca tanto como en otras, historia sin luces ni dramáticas ni reales pues la ha planteado en una gama cromatica gris azulada, que no deja espacio a la escapada. Incluso las escenas exteriores en pleno día y a pleno sol -justo en las que aparece Michelle Jenner- están cerrasdas visualmente por muros o rejas (las escenas en la cancha de baloncesto por ejemplo) 
Ausencia sin concesiones.

2 comentarios:

  1. Vaya por delante que me gusta mucho Almodovar pero no Julieta.
    Quizá se promocionó un poquito menos porque coincidió con la aparición del nombre de Pedro en los papeles de Panamá y estuvo un poco desaparecido pero vamos la peli hizo la ronda por todos los medios como todas las suyas.
    Julieta no me llegó lo mas mínimo y la olvidé esa misma noche al salir del cine. Creo que en gran parte debido precisamente a eso a lo que dices que aquí ha renunciado: el diseño. Olvidé la peli pero no la colección de cerámica de Sargadelos de la casa del pescador. El exceso de estilismo y lo poco adecuado me distrajeron continuamente.
    Pero me alegro mucho de que haya gustado a otros y vaya a los Oscar.

    Un abrazo

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    1. Tendré que volver a verla. Lo de Sargadelos le ocurrió igual en "La piel que habito"

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